Prevención es, ante todo, un valor, un valor fundamental, una filosofía de vida si usted quiere; una forma de pensar, de sentir, de ser… y de actuar, necesaria para la productividad, para la calidad, para el medio ambiente y para la seguridad, como para tantas otras cosas más dentro de las empresas… ¡como también fuera de ellas!

Esto hace, precisamente, que Prevención tenga un significado más amplio y más profundo del que solemos atribuirle. Más aún, en los tiempos actuales tenemos la obligación de re-des-cu-brir, el verdadero valor y el real alcance que tiene la prevención.

Ahora bien, dado que no existe un buen sinónimo para el verbo prevenir, podemos recurrir a tres conceptos que, en su conjunto, significan prevenir. Estos son:

1° PreVer: Esto es, “ver” anticipadamente las cosas: los riesgos de todo tipo, los peligros, los problemas o situaciones en general, e incluso las oportunidades. Y, para prever, se requiere de una habilidad importante que es tener visión… ser visionario e imaginativo.

2° PreDecir: Porque, además de prever, para prevenir se requiere de la capacidad para predecir o pronosticar; o sea, imaginarnos lo que puede ocurrir. Hay aquí un proceso mental, de análisis, basado en lo que prevemos y en nuestros conocimientos y experiencias, que nos permite predecir lo que puede ocurrir dadas las condiciones actuales.

3° PreActuar: Es decir, actuar anticipadamente para evitar que las cosas ocurran de manera diferente a lo que deseamos o, dicho de otra manera, más positiva, para asegurarnos que las cosas se hagan y resulten tal como lo deseamos; tal como las hemos planificado.

¡OJO!

Importante es señalar que la principal falla humana, a la hora de prevenir, no está tanto en el Prever ni en el Predecir: está en el Preactuar.

Gran parte de los problemas y sus consecuencias, particularmente al interior de las empresas, se debe a que no preactuamos; es decir, no hacemos a tiempo lo que sabemos que debemos hacer para evitar lo que queremos evitar.

PreVer, PreDecir y PreActuar, sumados estos tres conceptos y en ese mismo orden, configuran la Prevención. Una manera sistemática y racional de emprender cada actividad humana, equivalente a la idea de “trabajo bien hecho, a la primera y siempre”, en donde no basta con sólo prever; ni siquiera con prever los problemas y predecir el resultado o efecto no deseado. Hay que prever, predecir y… ¡PreActuar!

Pero, veamos un par de ejemplos familiares que nos pueden ayudar a entender mejor el concepto:

Ejemplo 1

Al enfrentarnos con nuestro vehículo a una intersección con signo pare, sabemos que puede venir otro vehículo en sentido transversal (prever) y que, al no detenernos, podría impactarnos, con los efectos que se puedan imaginar (predecir). Tomamos, por lo tanto, la decisión de detener nuestro vehículo (preactuar).

Ejemplo 2

Al comenzar un viaje de vacaciones nos damos cuenta que dos neumáticos lisos constituyen un riesgo (prever) ya que podrían reventarse mientras viajamos a velocidad alta (predecir). Decidimos cambiar estos neumáticos por otros nuevos, antes de emprender el viaje (preactuar).

Como se podrá apreciar en los dos ejemplos anteriores, la parte crítica consiste en preactuar; es decir, en hacer a tiempo lo que uno sabe que debe hacer, para evitar lo que quiere evitar.